Probablemente hayamos escuchado hablar sobre la celiaquía o tengamos algún familiar o amigo que sufra de este padecimiento, sin embargo, existen una serie de mitos y realidades alrededor de esta enfermedad que debemos aprender a distinguir.
Por ello, la Dra. Mayela Quesada, de Hospital Clínica Bíblica, quien es médico general nos amplia sobre este importante tema.
Por mucho tiempo, los hombres no tomaron conciencia ni prestaron importancia a la prevención de las enfermedades, ya que se veía como tabú que un hombre consultara al médico, pues podría verse como signo de debilidad.
Afortunadamente, esto ha ido cambiando, propiciando una mayor apertura a la medicina preventiva para el género masculino. Eso favorece la identificación de enfermedades herodofamiliares, ligadas a los antecedentes familiares que muestran las características de ciertas enfermedades en una familia..
Es importante recordar que los exámenes de detección de cáncer de mama se pueden realizar tanto en mujeres que están en periodo de lactancia materna como en las que no, aunque exista la falsa creencia que estos estudios radiológicos, como la mamografía o los rayos X, están contraindicados en la lactancia.
Los rayos X o mamografía no afectan de ninguna manera la leche de la madre, ya que la radiación no permanece en la mama, de modo que se puede continuar lactando luego de la mamografía sin ninguna preocupación.
El asma es una enfermedad inflamatoria crónica que se caracteriza por síntomas respiratorios variables, como tos, falta de aire, silbidos y opresión en el pecho. Pueden variar según las persona, el tiempo o el lugar. Esta enfermedad puede desarrollarse por factores del huésped, por una predisposición genética o por factores ambientales.
El asma no se cura; se controla. Pueden pasar periodos donde esté controlada o en remisión, por ejemplo, en la adolescencia. Sin embargo, puede presentar síntomas o crisis en la edad adulta.
Los métodos o procedimientos anticonceptivos pueden ser hormonales o no hormonales, transitorios o definitivos, basados en tecnología o en conductas.
Cada persona debe elegir su método anticonceptivo de acuerdo a su propia situación de vida (estilo de vida, vida sexual, número de hijos que desea tener, número de parejas, valores, situación socioeconómica, etc.).