Diciembre suele llegar envuelto en luces, celebraciones y reencuentros. Sin embargo, también es un mes que puede traer presión, agotamiento emocional y expectativas difíciles de cumplir.

La Navidad es una de las épocas más esperadas del año: luces, regalos, encuentros familiares y celebraciones. Pero, detrás de ese ambiente festivo, también pueden aparecer emociones intensas, responsabilidades adicionales y un ritmo acelerado que impacta directamente en nuestra salud mental.

La temporada navideña está llena de encuentros, cenas, celebraciones improvisadas y reuniones familiares donde la comida es protagonista. Sin embargo, el exceso de grasas, azúcares y carbohidratos típicos de estas fechas puede pasar factura a nuestra salud.

Diciembre llega cargado de tradiciones, reuniones y sabores que forman parte de nuestra memoria afectiva. Desde galletas navideñas y postres caseros hasta bebidas azucaradas y chocolates, el azúcar se convierte en protagonista silencioso de la temporada.

El inicio de un nuevo año invita a reflexionar, reorganizar prioridades y plantear metas que nos acerquen a una vida más plena. Sin embargo, muchas veces esa motivación inicial se diluye a mitad del camino por falta de planificación, expectativas poco realistas o desconocimiento sobre cómo empezar.

Un perfil de lípidos es una evaluación clínica que se realiza para medir los niveles de grasas y lípidos en la sangre, proporcionando información esencial sobre la salud cardiovascular de un individuo.