¿Cuántos carbohidratos debe consumir mi hijo?
San José, Costa Rica. Julio 2020.
¿Cuántos carbohidratos debe consumir mi hijo?, o ¿cuántas harinas pueden comer los niños diariamente? Estas son preguntas frecuentes que me hacen los padres de familia o cuidadores de niños pequeños. La respuesta es simple: los niños tienen la capacidad de autorregularse, es decir, ellos sabrán cuánto quieren comer y cuando ya están satisfechos.
¿Cuál es la clave? ¿Cuál es nuestra responsabilidad como padres? Ofrecer carbohidratos (harinas) de buena calidad. Podemos decir, para entenderlo mejor, que existen dos tipos de carbohidratos: los “buenos” y los “malos”. Los carbohidratos buenos son los que nos alimentan, nos dan energía de buena calidad: verduras como la papa, yuca, camote, plátano; granos como frijoles, lentejas, garbanzos.
Por otro lado, están los carbohidratos altamente procesados, estos son los que debemos evitar en grandes cantidades, aquí se encuentran los panes, reposterías, galletas comerciales, chips, dulces, chocolates, entre otros. En nuestro hogar y en la alimentación de los niños, no deberían abundar los alimentos de este último grupo. Si los niños se acostumbran a merendar con frutas, vegetales y preparaciones caseras como tortillas, un quequito de banano o una empanada de frijoles, no habría problema si un día repite y se come dos empanadas de queso. Pero, por el contrario, si lo que tienen a mano son paquetes de galletas con rellenos artificiales y se comen 2-3 paquetes por día, sus cuerpos están recibiendo solo grasa y azúcar. Esto contribuye a una mala alimentación y puede acarrear problemas como sobrepeso, obesidad, desconcentración, entre otros.
Actualmente, el problema que se ha incrementado en las últimas décadas es la gran cantidad de productos procesados que se comercializan para niños, anuncios de televisión con paquetitos de galletas y alimentos artificiales llamativos para los niños. Estos mensajes subliminales hacen que los niños prefieran productos altamente procesados en lugar de alimentos frescos y naturales. Por eso, la relevancia de que nosotros, como adultos, busquemos que la alimentación contenga la mayor cantidad de alimentos frescos posible.
Si durante la semana controlamos la alimentación y la mantenemos saludable, el fin de semana o en actividades especiales podemos dar la libertad de comer diferente, por ejemplo, en una fiesta de cumpleaños que coman queque, helados y algunos confites. Lo importante no es imponer o prohibir, sino enseñarles la importancia de una alimentación variada y saludable, y decirles la verdad: el exceso de azúcar es dañino para nuestra salud. Si desde niños crecen sabiendo los beneficios de una buena alimentación, como adultos sabrán hacer buenas elecciones de comida.
Si tenés duda con la alimentación de tus niños, estoy para servirte.
Dra. Verónica Castro Rojas
Nutricionista enfocada en Nutrición materno - infantil.
Torre Omega 7 piso.