San José, Costa Rica. Julio, 2014.

Cuando asistimos a una fiesta de cumpleaños de una persona que cumple 85 años, esperamos que esté sentada, posiblemente en una silla de ruedas o hasta en cama, que sea de movimientos pausados y se exprese con sabiduría y la lentitud que viene con el vivir la mayor parte de un siglo.

Eso es lo que también esperamos de una institución que cumple 85 años: solidez, antigüedad, estar fuera de realidad actual, pero disfrutando del respeto que se ha ganado. Aún el rey David, en sus salmos, nos dice:

“Si las fuerzas nos ayudan podemos vivir setenta años y aún llegar a los ochenta; pero no tiene sentido que vivamos tanto tiempo: esa vida de angustias y problemas pasa pronto, lo mismo que nosotros.” Salmo 90:10.

Por estas razones es una paradoja visitar el Hospital Clínica Bíblica y encontrar una institución que se comporta como una persona joven: llena de energía, de entusiasmo, de claridad, de personas que sonríen y se mueven con la soltura y seguridad de estar en los mejores años de su juventud.

Estas personas aplican, con energía propia de la juventud, el amplio conocimiento que han adquirido a través de su experiencia y sus años de estudio superiores en medicina y procedimientos de salud, mediante equipos médicos de vanguardia, algunos únicos en Costa Rica, tal vez en Centroamérica.

Los edificios viejos, pero restaurados del Hospital, muestran la historia de esta casa de salud. En algunas paredes podemos contemplar fotografías tomadas hace varias décadas atrás y también encontramos algunos sectores con pisos de mosaicos italianos de primera parte del siglo XX.

La mayoría de los edificios son nuevos, modernos y alojan lo último en tecnología: instrumentos y equipos diseñados para mantener la vida y salud de las personas que acuden a este hospital.

En Costa Rica es muy difícil encontrar una empresa que, a lo largo de 85 años, no solo se haya mantenido fiel a sus principios de fundación, sino que haya crecido constantemente y se mantenga como líder en su ramo.

Con mucho orgullo sano presentamos a esta benemérita institución de salud que ha servido al pueblo de Costa Rica y a otros países, mejor que nunca, al cumplir sus primeros 85 años.

El Hospital Clínica Bíblica no puede funcionar sin su personal. Los colaboradores son de primera; se preocupan por el prójimo y apoyan su trabajo diario con los mejores conocimientos de las nuevas y revolucionarias técnicas médicas.

El accionar de la Clínica Bíblica está basado en el servicio al prójimo, como lo entendieron sus fundadores al inaugurarla en 1929; fundamentada en el Cristianismo, entendido según la regla de la vida que es la Sagrada Biblia. En ella encontramos palabras dichas por el Señor Jesús, que el evangelista San Mateo cita así:

“Pidan a Dios y ÉL les dará. Hablen con Dios y encontrarán lo que buscan. Llámenlo y Él los atenderá. Porque el que confía en Dios recibe lo que pide, encuentra lo que busca y si llama, es atendido... Traten a los demás como ustedes quieran ser tratados, porque eso es lo que nos enseña la Biblia.” San Mateo 7:7,8 y 12.

Nuestros capellanes visitan diario a todos nuestros pacientes, pues creemos firmemente que la salud debe ser integral: cuerpo, alma y espíritu. La ciencia médica ha confirmado que el alma y el espíritu tienen gran influencia sobre la salud física, sobre los males y enfermedades que pueden afectar al ser humano. Creemos que la Santa Biblia expresa con claridad la forma de tratar las enfermedades y que, en su vida en la tierra, nuestro Señor Jesucristo nos enseñó el método de lograr la salud integral en las personas.

Al iniciar el año 86 de su existencia, en el Hospital Clínica Bíblica seguiremos impulsando la salud integral como la entendemos en la Biblia, utilizando las herramientas y conocimientos con las que Dios ha permitido que muchas personas puedan encontrar aquí la salud que buscan y reanuden su vida dentro de un marco de bienestar para ellos, sus familias y la sociedad costarricense.

Feliz Cumpleaños 85 a la muy joven y lozana Clínica Bíblica.

Sr. Jaime Cabezas,
Presidente Junta Directiva ASEMECO

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