San José, Costa Rica. Octubre, 2014.

Un nuevo tratamiento para la disfunción eréctil, que se realiza a través de un sistema de ondas de choque, permite que los pacientes puedan, dependiendo del grado de severidad, prescindir de fármacos orales o responder a estos si antes no lo hacían, conseguir mejores erecciones espontáneamente o como resultado de la acción de los medicamentos, y responder a inyecciones intracavernosas si previamente no era posible.

Este equipo de ondas de choque se denomina Renova, es único en Costa Rica y Centroamérica, solamente hay cinco más en Latinoamérica, y se empezó utilizar, desde hace tres meses, en el Centro Urológico y de Cirugía Láser del Sexto piso de la Torre Omega del Hospital Clínica Bíblica. Hasta el momento, 12 hombres se han sometido a este procedimiento.

El objetivo del Renova es conseguir la generación de nuevos vasos sanguíneos, lo que se conoce como angiogénesis. Para ello, utiliza ondas de choque de baja intensidad, en forma local y controlada.

Para optimizar la eficacia de la aplicación de ondas de choque al pene y raíces peneanas, se desarrolló la tecnología de ondas de choque lineales (LSWT). Esta tecnología permite la generación de un área de tratamiento de 70 mm. de longitud, a lo largo del órgano.

El Dr. Carlos León Solano, especialista en Urología, explicó que “las ondas de choque actúan produciendo un microtrauma en el interior de los cuerpos cavernosos, lo cual hace que el cuerpo desencadene una cascada de procesos reparativos en los sitios microtraumatizados y genere, entre otros, la liberación de algo que se conoce como Factor de Crecimiento Endotelial, el cual hace que nazcan nuevos vasos sanguíneos arteriales a partir de las arterias existentes. Con esta nueva vascularización del pene, la sangre tiene ya nuevas vías para entrar y llenar los cuerpos cavernosos con lo que la erección mejora substancialmente”.

El protocolo de tratamiento incluye un total de cuatro sesiones: una por semana, cuya duración es de aproximadamente 20 minutos. El tratamiento es breve, no invasivo, y no requiere ningún tipo de sedación ni analgesia.

La experiencia mundial es ya de casi 3 años y hasta el momento ningún paciente ha requerido efectuarse de nuevo el tratamiento, por lo que los resultados son muy esperanzadores para más de un 80% de los pacientes que lo reciben.

El Dr. León agregó que quienes padezcan disfunción eréctil leve, moderada o severa, que sea de origen Vasculogénico, categoría en la cual caen la gran mayoría de los casos, pueden optar por este sistema.

Hasta el momento, el único tratamiento para la impotencia o disfunción eréctil ha sido farmacológico y aunque ha mostrado una excelente eficacia, una vez suspendido, el paciente suele volver a su situación inicial, por lo que debe considerarse como puramente sintomático, no curativo.

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