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Guía de Soluciones de Salud (Blog)
San José, Costa Rica. Julio 2020.
El ser humano vive en un equilibrio constante con la naturaleza y microbios externos e internos; por eso, siempre estaremos amenazados desde afuera e internamente. Para salir airosos de esas amenazas visibles e invisibles, debemos estar muy alertas: tratando de conocer nuestras fortalezas y debilidades. Es necesario recordar que en la boca, ano, manos y área genital hay cualquier cantidad y variedad de gérmenes, los cuales, cuando se les presenta un ambiente apropiado, nos pueden atacar.
Todos contamos con mecanismos de defensas como la piel y mucosas, células y anticuerpos que siempre están alertas para defender nuestros organismos contra agentes agresores (antígenos).
Resulta que al ser humano le toca dormir con el enemigo, siendo más explícito: vivir con el enemigo (bacterias, virus, hongos). Este equilibrio se puede mantener intacto en tanto tengamos defensas superiores a las que nos atacan. Cuando ese equilibrio se rompe, nos podemos enfermar.
Para tratar de evitar las infecciones, por ejemplo, las de vías urinarias, tenemos que ayudarle a nuestro cuerpo siendo cuidadosos y muy responsables: higiene del cuerpo y los alimentos, ejercicio físico, alimentación equilibrada, mantenerse bien hidratados con agua (30 cc × kg de peso corporal diarios); evitar el fumado, alcohol y drogas; orinar cada 3-4 horas. Además de evitar el uso de prendas íntimas muy ajustadas, la actividad sexual que pueda favorecer infecciones del área urogenital; tomar agua después de la actividad sexual, principalmente las mujeres; evitar, hasta donde sea posible, usar dispositivos vaginales para planificar (diafragma). Es conveniente que las mujeres se limpien de adelante hacia atrás después de defecar.
La infección urinaria se adquiere a cualquier edad, pero es más frecuente en las mujeres y adultos mayores. Se puede presentar en la uretra, vejiga, uréteres y riñones. Los síntomas son variados, dependiendo mucho de dónde esté la infección y la severidad del cuadro. Muchas personas no sienten nada y otras presentan síntomas sugestivos de infección urinaria y ser otra cosa relacionada con las vías urinarias u otra patología.
Inclusive, en ocasiones, los exámenes de laboratorio no coinciden absolutamente con el cuadro clínico. Entre los síntomas y signos, destacan: ardor al orinar o cistitis (chistate), cambios en la orina (color y olor), orinar frecuentemente y poquitos, sensación de pesantez en el bajo vientre, dolor lumbar subjetivo al percutir esa zona, dolor en los flancos abdominales (a los lados de este). Fiebre, escalofríos y malestar general, lo que puede relacionarse con la gravedad de la infección.
El abordaje médico será integral, por lo que es importante el aporte del paciente, familia y cuando hay cuidador, es fundamental. Hacer por lo menos un examen de orina general para definir si podemos estar frente a una infección urinaria o no y, de ser posible, tomar un urucultivo, pues si tiene infección urinaria es muy importante conocer la bacteria responsable para determinar el antibiótico más adecuado. Además, cuando se cuenta con los medios y creamos muy importante para el mejor abordaje de estos pacientes, se solicitarán otros exámenes tratando de descartar padecimientos que facilitarían la infección o dificultarían su tratamiento; también son muy importantes las complicaciones de otras enfermedades con una infección urinaria. Cuando no contamos con esas herramientas, podríamos dar tratamiento empírico de acuerdo con nuestra experiencia médica, de la evolución clínica del paciente y, sobre todo, la experiencia del abordaje en infecciones previas del paciente, edad y comorbilidades.
La mayoría de estas infecciones se tratan exitosamente, pero hay que llegar a tiempo y seguir las indicaciones, porque si las descuidamos nos podemos complicar hasta tener un desenlace fatal.
Otras recomendaciones por tomar muy en cuenta:
Fuente: Dr. Solón Chavarría Aguilar
Medicina Interna