Los traumas de cráneo son uno de los problemas de consulta más frecuente en los niños, esto porque, al ir creciendo, presentan caídas, sobre todo en la etapa en la que ya se quieren sentar o caminar solos.
Los golpes en la cabeza pueden ser leves la mayoría de las veces y no pasará de un moretón y el uso de acetaminofén, pero debemos tener cuidado cuando los golpes son más severos y los niños pueden quejarse de dolor de cabeza y llanto persistente, vómito, somnolencia, desorientación, no querer comer, convulsiones, entre otros síntomas. Esto nos obliga a consultar al servicio de emergencias y, posiblemente, con el neurocirujano, dependiendo de la gravedad del cuadro.
Siempre está primero la prevención y, por lo tanto que podemos seguir algunos consejos:
Vigilemos a los niños menores de dos años constantemente, no los coloquemos en superficies resbalosas o desde las cuales se puedan caer (borde de la cama, mesas, techo de automóviles).
Cuando empiecen a caminar quitemos cualquier obstáculo en la casa con el cual puedan tropezar y golpearse.
Revisemos que todo el mobiliario de nuestra casa esté adecuadamente fijado a la pared, por ejemplo, un televisor, que el niño, si se guinda, no se lo traiga encima y lo golpee.
SIEMPRE se debe utilizar casco cuando anden en bicicleta, patineta, monopatín, o cualquiera semejante. Si el niño no cuenta con casco, no puede usar ninguno de estos juguetes, sin excepción.
Un tema paralelo son las sacudidas en niños pequeños, usualmente en el primer año, cuando alguien juega a lanzar al niño y luego atajarlo, esto conlleva un alto riesgo de caída y de sacudida en la cabeza de los niños, que puede provocar lesiones, si esta conducta se repite constantemente.
En resumen, un golpe leve en la cabeza de un niño lo debemos tratar con compresa fría y acetaminofén para el dolor; revisar siempre que no exista una herida en el cuero cabelludo que amerite una sutura. Y, ante la presencia de síntomas como vómito, dolor persistente, mareo, somnolencia o crisis convulsivas, debemos acudir inmediatamente al servicio de emergencias del hospital más cercano, pues nuestro hijo debe ser valorado por un médico.