San José, Costa Rica. Febrero 2020.

La comunicación es el acto que se trasmite a través de un código (lenguaje oral o escrito) que usan dos personas para comunicar algún mensaje.

Para la mayoría de nosotros, puede ser un acto muy sencillo; sin embargo, muchas personas, desde niños hasta adultos, sufren de trastornos de la comunicación, estos se resumen en la dificultad para trasmitir un mensaje de forma oral, escrita o inclusive por medio de gestos, ocurre por un trastorno en el desarrollo del niño o por un problema adquirido en la adultez. Dentro de los trastornos de la comunicación más comunes, encontramos los siguientes:

Trastornos del lenguaje: asociado a niños. Se caracterizan por la dificultad para trasmitir un mensaje usando el habla o la escritura. Puede existir en el nivel de comprensión o expresión. La mayoría de las veces no se sabe qué causa el problema, pero se asocia a pérdida de la audición, discapacidades intelectuales, perturbaciones emocionales, falta de estimulación o lesión cerebral.

Cuándo debemos prestar atención:

• El niño no usa ninguna palabra aislada a los 16-18 meses.
• El niño no puede seguir instrucciones simples, como “dame tu zapato”, a los 18 meses.
• El niño no puede señalar partes del cuerpo ni objetos comunes cuando se le pide que lo haga a los 18 meses.
• El niño no ha comenzado a unir palabras a los 2 años.
• El niño no usa oraciones completas a los 3 años.
• Las oraciones del niño todavía son cortas o desordenadas a los 4 años.

Trastornos de los sonidos del habla: se presenta desde la niñez hasta la adultez. Es la incapacidad de decir todos los sonidos del habla que forman las palabras o lo que, comúnmente, llamamos problemas para pronunciar palabras. Algunas causas de los trastornos de los sonidos del habla pueden ser paladar hendido, alteraciones bucodentales, pérdida de audición o dificultad para controlar los movimientos de la boca.

Podemos inquietarnos si notamos que:

• El niño no balbucea usando sonidos de consonantes (en particular b, d, m y n) a los 8 o 9 meses.
• El niño usa principalmente sonidos de vocales o gestos para comunicarse después de los 18 meses.
• Muchas personas no pueden entender el habla del niño a los 3 años.
• Es difícil entender el habla del niño a los 4 años o más.

Trastornos de la fluidez: se adquiere en la niñez y puede acompañar toda la vida. La fluidez es el “flujo” natural del habla. El trastorno de la fluidez más común es el llamado tartamudeo, el cual ocurre cuando hay una cantidad anormal de repeticiones, titubeos, prolongaciones o bloqueos en el habla. Hay muchas teorías sobre por qué tartamudean las personas, sin embargo, no se han encontrado causas comprobables, la más probable se vincula con diferencias entre el pensamiento y el lenguaje durante el desarrollo del discurso. Las reacciones internas en la persona que habla, y las reacciones externas de otras personas que escuchan, afectan el tartamudeo, pero no lo causan.

Debemos prestar atención cuando:

• A los padres les preocupa en exceso el tartamudeo y lo manifiestan a su hijo.
• Se presenta una cantidad anormal de repeticiones, titubeos, prolongaciones o bloqueos durante el habla.
• Manifiesta tensión durante el habla.
• Evita hablar debido al temor a tartamudear.
• El niño o persona se considera a sí mismo como alguien que tartamudea.

Trastornos de voz: se presentan más comúnmente en adultos y trabajadores de la voz, pero también se pueden presentar en niños. La voz es un sonido producido por la laringe a partir del aire pulmonar espirado, que luego amplifican y refuerzan las cavidades de resonancia, cualquier alteración que ocurra en este proceso puede provocar un problema de voz. Los trastornos de la voz suelen deberse a nódulos, quistes, parálisis o debilidad de las cuerdas vocales.

Motivos para preocuparnos:

• La voz es áspera, estridente o entrecortada.
• La voz siempre es demasiado fuerte o demasiado suave.
• El tono no es adecuado para la edad o el género del niño.
• La voz se quiebra con frecuencia o cambia de tono repentinamente.
• Pérdida frecuente de la voz.

Trastornos adquiridos del lenguaje: es la pérdida o alteración del lenguaje una vez adquirido. Puede afectar tanto en el nivel de comprensión como de producción del lenguaje. Normalmente, es consecuencia de accidente cerebral, traumatismo craneoencefálico; por accidentes, tumores cerebrales o infecciones en el cerebro.

Debemos poner atención cuando:

• Hay pérdida momentánea del habla.
• Dificultad para evocar y recordar palabras comunes.
• Pérdida espontánea o gradual de la articulación.
• Mutismo o pérdida de interés para comunicarse.

Antecedentes que pueden aumentar el riesgo de tener un trastorno de comunicación:

• Labio leporino o paladar hendido.
• Frenillo lingual.
• Anomalías craneofaciales.
• Insuficiencia velofaríngea.
• Maloclusión dental.
• Problemas en la movilidad oral motora.
• Enfermedad neurológica o lesión cerebral.
• Compromiso respiratorio o traqueotomía.
• Patología de las cuerdas vocales.
• Retraso del desarrollo.
• Autismo.
• Nacimiento prematuro o traumático.
• Pérdida auditiva o sordera.
• Género, pues los problemas de comunicación son más frecuentes en varones.

¿Qué debemos hacer en caso de sospechar un problema de comunicación?

La atención temprana es clave para una mejor evolución y tratamiento del problema; ante signos de alarma, es de suma importancia la valoración por parte de un terapeuta de lenguaje para diagnosticar cualquiera de estos trastornos de la comunicación. No dude en consultar al especialista si considera que alguno de estos síntomas está presente o existen antecedentes de riego. El terapeuta de lenguaje le dará un diagnóstico oportuno y recomendaciones pertinentes para poder ayudarle con el problema que esté presentando usted o su hijo. Si hay sospechas de alguna condición o trastorno asociado, es importante un adecuado control médico y efectuar pruebas auditivas según la edad del paciente.

Algunos consejos para apoyar y ayudar a un niño o persona con alteraciones en la comunicación:

• El lenguaje se aprende a través de la repetición y los modelos que los padres brinden a sus hijos, una adecuada estimulación es clave para un buen desarrollo.
• Propicie un ambiente seguro y sano donde el niño se pueda desarrollar, permitiendo que su comunicación esté acompañada física y emocionalmente de un adulto en las actividades de la vida diaria.
• El uso de dispositivos electrónicos no es una buena herramienta de estímulo para el lenguaje oral; a cambio, puede brindarle a su hijo tiempo de juego al aire libre o en actividades dentro del hogar y la familia.
• Puede ayudarlos dándoles muchas oportunidades de escuchar y hablar, señalando y nombrando con frecuencia las cosas, los lugares y las personas importantes.
• También hablar con el niño durante el día, especialmente durante rutinas diarias, juegos y actividades que le gusten. Escuchar música, cantar canciones y compartir rimas infantiles son excelentes formas de desarrollar las habilidades del habla y el lenguaje.
• En el caso de personas adultas, el acompañamiento del apoyo familiar y laboral es indispensable para ayudar al paciente a recuperar el lenguaje oral y lograr que su comunicación sea lo mas funcional posible, lo que permite mejorar su calidad de vida.

Fuente:
Terapia de Lenguaje Renasci
Dra. Andrea Acuña Flores
Terapeuta de Lenguaje, voz y habla.