Mejore el desarrollo de su bebé con estimulación temprana
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San José, Costa Rica. Mayo, 2015.
La estimulación temprana trae múltiples beneficios para el bebé, por ejemplo, ayuda a desarrollar ámbitos físicos, motores, intelectuales y afectivos, así como a desarrollar la capacidad de concentración y estimular el aprendizaje.
Según Noelia López Arce, terapeuta física del Hospital Clínica Bíblica, “la estimulación temprana es un conjunto de técnicas y actividades que busca potenciar y desarrollar al máximo las capacidades del niño, estas se pueden aplicar desde que el niño nace, es importante que la estimulación se dé por profesionales especialistas en el área”.
El profesional en está área de la salud puede explicar y enseñar a los padres para que de esta forma ellos también estén capacitados para brindarle dicha atención a su niño en casa cuando no pueda asistir a la clase. Con algunas prácticas sencillas y objetos que se tienen en casa se puede brindar al bebé la estimulación temprana que necesita para un mejor desarrollo.
La estimulación temprana ayuda los pequeños en las siguiente áreas:
Cognitiva: Aprenderá a llevar situaciones en su vida, desarrollará la capacidad para razonar, y mejorará la atención etc.
Motriz: Desarrollará la habilidad para moverse y desplazarse, y tendrá mejor coordinación.
Lenguaje: Tendrá una mayor capacidad para expresarse y comunicarse con el medio que lo rodea.
Emocional: Mejorará la relación con los demás y sus lazos afectivos, por lo que se aconseja que los padres formen parte en esta área.
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Se considera estimular al simple hecho de hablarle o ponerle música y cantarle al bebé desde que está en la pancita de su mamá.
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Estudios revelan que, en los primeros 3 años de vida hasta aproximadamente los 6 años, el cerebro tiene una mayor plasticidad, por lo que en este tiempo es donde debemos aprovechar la capacidad cerebral al máximo, enseñándole y estimulándole, ya que es acá donde el niño aprenderá de forma más fácil y rápida.
“Durante los primeros años de vida del niño, el cerebro trabaja de mejor y más rápidamente; por ejemplo, cuando se aprende un nuevo idioma, al adulto le llevará años hablarlo de forma casi perfecta, mientras que si ponemos atención el niño rápidamente está pronunciando palabras hasta que llega a desarrollar oraciones completas y hablar perfectamente en muy poco tiempo”, concluyó López.