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Vida de Padres (Blog)

¿Sabe usted qué es una malformación linfática y por qué ocurre?


San José, Costa Rica. Febrero 2020.

Malformaciones linfáticas en niños - Hospital Clínica Bíblica - Oncolgæia Quirúrgica Pediátrica


Para iniciar con este tema, se debe entender que en el cuerpo humano, en general, existen cuatro tipos diferentes de vasos que son: las arterias que llevan la sangre, las venas que regresan la sangre, los vasos linfáticos que son los vasos que regresan lo que las venas no pueden regresar y los capilares que son como la unión ente las venas y las arterias, quizás suene tedioso, pero se explicará con detalle.

Cuando los vasos sanguíneos se alteran y tienen una malformación desde el nacimiento por algún desencadenante en particular, se forman de manera extraña, en vez de producirse el vaso linfático, se forman unas marañas (malezas) de vasos en ese lugar y se asemeja una masa, pero realmente no lo es.

Una malformación linfática no es cáncer, como muchas personas creen o piensan, estas malformaciones vienen desde el nacimiento. Hay ciertas causas dentro del material genético, usualmente de esa región, donde puede hacer que las células que forman la pared de esos vasos se alteren y estas no suelen guardar la misma simetría como normalmente lo ven, en vez de hacerse como un vaso normal se aumenta de manera constante hasta llegar a desencadenar esta malformación.

Tampoco son lo que popularmente se conocen como quistes. Estos usualmente tienen otras características y, dependiendo de la región que sea, hay diferentes lesiones quísticas que pueden producir otro tipo de masas y la mayoría no son malignas.

Las malformaciones linfáticas incluyen lesiones quísticas ,ya que, por medio de un ultrasonido, se ven quistes, pero no son propiamente tales, lo que tiene es acumulo de linfa, el cual es el mismo líquido que contienen los vasos linfáticos.

Todas las personas están propensas a sufrir malformaciones, sin embargo, se caracteriza porque son los pacientes entre uno o dos años de edad a quienes les aparecen.

La consulta de las mamás es usualmente la misma, que súbitamente, sin ningún antecedente, le sale una masa de la noche a la mañana y que algunas veces causa mucho dolor, porque puede estirar mucho la piel y causar sensación de presión a nivel del sitio.

En ocasiones, cuando las mamás realizan la consulta, se les pregunta si sus hijos pasaron por algún proceso viral o si tuvieron algún golpe a nivel de ese sitio, para descartar; sin embargo, la lesión ya venía con ellos y simplemente se desencadenó. Cabe resaltar que las malformaciones linfáticas no son hereditarias, no pasan de generación en generación.

Por lo general, las malformaciones se ven y pueden estar en diferentes sitios, la gran mayoría crece súbitamente; cuando se tocan, se sienten como un globo lleno de agua y normalmente la localización es a nivel de alguna extremidad, en el tórax, realmente en cualquier sitio donde hay vaso linfático, y todo el cuerpo los tiene, por eso es posible ubicarlos en cualquier parte.

Sin embargo, también surgen en lugares no visibles, pueden salir en lugares donde hay vasos linfáticos que pueden estar dentro de la cavidad torácica o dentro del abdomen eventualmente hasta que tengan cierto tamaño, empezar a causar algún síntoma y por ello es más difícil darse cuenta.

¿En qué momento deben ser tratados?

La gran mayoría de las malformaciones linfáticas constan de un proceso autolimitado, tiende a resolverse entre los 15 días después de iniciado el cuadro. También, existen casos que, por la misma presión y el estiramiento de la piel, causa sangrado de la lesión por dentro y esto irrita la capa superficial del indotelo, es decir, las capitas dentro de la lesión, se disminuya la producción de líquido, se reduzca la masa, y desaparece.

Normalmente no hay que operarlos, son parte natural en el cuerpo de las personas, si se operaran sigue habiendo vasos linfáticos en los bordes, entonces, se opera y siempre se indica a los pacientes que tienen los bordes de la lesión comprometidos. Por qué, porque tienen “raíces”, las cuales pueden volver a desarrollarse, por lo que no tiene sentido operarlos.

Evitar que se formen es difícil, empezando porque el cuerpo lo desencadena, lo quiera o no la persona.

Un arma para el tratamiento es la escleroterapia, es un tipo de medicación que pega las paredes de la lesión para que deje de acumular el líquido y así no se vea; la lesión queda ahí, pero no es productora del líquido, por lo que estéticamente no se ve.

En casos muy particulares, cuando hay estructuras vitales comprometidas como, por ejemplo, la tráquea, grandes vasos o lesiones que producen derrames plurales persistentes o grandes lesiones dentro del abdomen, es posible utilizar otra medicación tomada para tratar que se reduzca de tamaño; este es un proceso mucho más lento que el primero, pero efectivo..

Fuente:
Dr. Carlos Sánchez Montenegro
Especialista en Oncología Quirúrgica Pediátrica